lunes, 24 de marzo de 2014

Lazarillo del siglo XXI

Lazarillo del siglo XXI:
 
 
                                                                                                        Sevilla 21 de marzo de 2014
Estimado, Don Ricardo Rodríguez Márquez
 Le contaré algo sobre mi vida ya que creo que usted no se acuerda de mi.
Me llamo Ismael Pérez Ramírez tengo 20 años, nací en Barcelona capital el día 6 de octubre de 1994, mis padres nacieron en Sevilla pero desde pequeños emigraron a Barcelona, porque mi abuelo es director de una importante empresa de construcciones llamado “ Demoliciones.A.G”
Mi madre se llama Sara Ramírez Agudo y mi padres Ismael Pérez Hidalgo, mi madres es secretaría del banco BBVA y mi padre es encargado de la empresa de mi abuelo. Tengo dos hermanos, el mayor tiene 26 años y se llama Adrián Pérez, actualmente trabaja en la empresa de mi abuelo a la vez que estudia la carrera de ingeniería electrónica y mi hermano de 24años, trabaja también en la empresa de mi abuelo, él actualmente no estudia ya que decidió dejarlos , pero ahora quiere meterse en un módulo administrativo.
Cuando yo tenía 9 años mis padres decidieron tener que regresar a Sevilla, ya que la empresa de mi abuelo ni iba bien por la crisis, pero cuando nosotros nos fuimos i madre también tubo que dejar su trabajo ya que nos íbamos a Sevilla. Mi abuelo estaba muy disgustado porque por que sabía todos los problemas que tenía encima por su empresa. Cuando nos fuimos a Sevilla nos fuimos a vivir a casa donde vivían los padres de mi madre, allí estuvimos unos 15 días mientras mis padres encontraban otra casa adonde poder ir. Encontramos una barriada la del Cerro de águila en la c/ Afán de Rivera nº6, era una casa bastante amplia tenía 2 plantas , en la planta de abajo había un salón, una salita, un baño, la cocina, el despacho y el patio, y en la planta de arriba había cuatro cuartos y un baño. Allí vivimos durante 4 años.El motivo por el cual nos tuvimos que ir de la casa era que mis padres no encontraban trabajo ninguno de los dos y el paro se les había terminado, por lo cual no podían pagar el alquiler por ese motivo tuvimos que volver a casa de mis abuelos , su barrio era las 3000 mil viviendas. Cuando llegamos a casa de mis abuelos mis padres fueron a un colegio para solicitar la matrícula para poder ponerme a estudiar cuanto antes. A la semana  siguiente me incorporaba en el instituto y me encontraba muy nervioso por no saber quienes iban a ser mis compañeros de clase , porque yo desde que llegue a Sevilla no había ido a ningún colegio, por lo tanto no tenía amigos.
Llegó el día que yo estaba esperando, eran las 7:30 de la mañana y ya estaba despierto para poder ducharme vestirme y arreglarme, entraba  a las 8:15, pero como yo hacía habitualmente entraba 10 minutos antes para hablar con mis compañeros.
Mis padres me acompañaron , al entrar nos dijeron las conserjes que teníamos que ir a jefatura de estudios ,una vez allí e dijeron a que clase me tenía que incorporar. Cuando sonó el timbre esperamos un rato para que todo el mundo entrara en clase .Me tocó la clase de 1ºC, cuando entré en clase me quedé asombrado solo había 8 niños y 6 niñas .Mi profesora se llamaba Maite, la profesora me dijo que me presentara a mis nuevos compañeros  y una vez terminado me sentara .Las primeras horas de clase fueron interminables por no poder hablar con nadie ya que no los conocía, todos tenían 14 años aproximadamente menos yo que tenía 13. A la hora del recreo se acercaron a mí varios compañeros y empezaron a hablar conmigo, yo les pregunté el motivo por el cual en la clase había tan pocos alumnos, ellos me dijeron que allí la gente pasaba de estudiar  que se saltaban las clases y se iban a trabajar con sus padres y otras cosas. Yo me quedé un poco asombrado al saber el tipo de personas que había en este barrio.
Al llegar a casa hablé con mis padres del día que había tenido en el instituto y les conté los que mis compañeros me habían dicho, se quedaron sorprendidos al igual que yo y me dijeron  que no me preocupase y que yo estudiara y no perdiera el tiempo .
Esa tarde hice mis tareas y estudie, como terminé temprano salí un rato a la calle para despejarme, coincidí con varios compañeros de clase y me quedé con ellos, cuál fue mi sorpresa cuando empezaron a fumar y a beber, yo no quise porque a mí no me gustaba, ellos pensaban que yo era un bicho raro por no hacer lo mismo que ellos, pero a mí me era indiferente.
Mis padres a su vez también salieron a pasear un rato para despejarse y poder conocer a gente.
Las semanas transcurrían con normalidad, hasta que una mañana mi grupo de amigos vinieron a buscarme a la hora del recreo  para que me saltara las vallas del instituto, para que me fuera con ellos. Yo no me lo pensé y lo hice sin pensar en las consecuencias. Estuvimos toda la mañana ganduleando y en medio día comimos en casa de un amigo, fue un día genial.
Al llegar a casa mis padres estaban esperándome para cenar pero no les llamó la atención que no hubiese aparecido en todo el día, ese era su nuevo comportamiento, ellos estaban raros.
Se habían hecho amigos de mala gente los cuales lo habían metido por un mal camino, ya que por necesidad y falta de medios necesitábamos dinero fácil y para ello mi padre empezó a traficar con droga, mi madre al ver esto se hizo alcohólica.
Yo a su vez empecé quitándole dinero a mi padre sin que el supiera nada para poder comprarme la droga y alcohol, cuando me quedé sin medios empecé a delinquir , primero con pequeños hurtos robaba carteras y en las tiendas, cuando eso no fue suficiente me puse de acuerdo con mis amigos para robar un banco.
Durante este tiempo mi madre cayó enferma con un cáncer de hígado , los médicos le dieron poco tiempo de vida ya que estaba bastante extendido y era maligno. Falleció al mes.
Mi padre seguía con sus trapicheos de la droga y le fue indiferente la muerte de mi madre, yo seguía robando sin que nadie me controlara. Llegó el día en el que decidimos robar el banco Santander con la mala fortuna de que nos cogieron.
La policía nos llevó a la comisaria detenidos , allí lo vió un juez de guardia el cual tomó la decisión de mandarnos al tutelar de menores hasta cumplir la mayoría de edad. Si nuestro comportamiento era adecuado la condena sería menor. Al salir del tutelar de menores gracias a los cursos que hice me fui a reinsertar en la sociedad sin ningún tipo de adicción, encontré trabajo en unos almacenes y con el tiempo me hicieron un contrato fijo.
He encontrado a una mujer a la que no le importaba mi pasado, y si todo sale bien tenemos pensado en casarnos y poder formar una familia juntos.
Un saludo, Ismael.
nº de palabras:1204

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